MEDITANDO LA PALABRA

LECTURA DEL DIA: JOSUE 1:1-9

(Miércoles 1 Abril 2020)

Todos buscamos éxito en lo que hacemos. Estando en los negocios buscamos que nuestra empresa sobresalga, produzca y trascienda; si hablamos de la familia queremos relaciones profundas, estables y saludables; si hablamos de nuestra vida espiritual anhelamos aprender, crecer y ser mejores. 

Así podríamos mencionar todas las esferas en las que nos desenvolvemos y encontraremos que el anhelo es que las cosas salgan bien y que prosperen. Cuando Josué estaba por iniciar la conquista de la tierra prometida, Dios les hablo dándole la clave para el éxito en una aventura que le tocaba emprender. El consejo está en el libro de Josué 1:8 Nunca se apartara de tu boca este libro de la ley sino que de día y de noche meditaras en él; para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.

¿Cuál es el libro de instrucción para Josué? Era la revelación que Dios le había entregado a Moisés y que para nosotros es la revelación que Dios nos ha dado a través de la biblia y la cual obviamente incluye la ley de Moisés.

Este es nuestro libro de instrucciones, nos da principios para vivir, ejemplos para seguir o evitar. Nos da enseñanza a través de comparaciones, establece mandamientos que traen bendición y evitan la desgracia, nos da revelación de Dios y de cómo relacionarnos con él y de su plan para nuestra vida.

Hay tres acciones muy claras que Dios nos pide.

Primero: estudiar, según el diccionario estudiar es aplicar la inteligencia o ejercitar el entendimiento para adquirir el conocimiento de una cosa; aprender un arte o una profesión; memorizar el contenido de algo.

Segundo: meditar esto es masticar y masticar lo que hemos aprendido e interiorizado, encontrarle el sentido, pensar en ellos en el transcurso de nuestro día y dejar que nos traiga iluminación a lo que hemos estudiado.

Tercero: es aplicarlo, no basta con estudiarlo y meditarlo ya que, si no aplicamos lo que hemos estudiado y meditado, sabotearemos el éxito que Dios quiere traer a nuestra vida. Puedes preguntarte ¿estoy dispuesto a estudiar, meditar y aplicar el libro de las instrucciones de Dios?

A eso nos referimos cuando decimos que meditar la palabra de es hacer una pausa para reflexionar. Convierte esto en un habito y veras los enormes beneficios que obtendrás para tu vida.