LECTURA DEL DIA: 2 CORINTIOS 3:1-23
(Viernes 27 Marzo 2020)
Dios desea que nuestras vidas sean completamente nuevas. Por
eso el apóstol Pablo dice en 2 Corintios 3:18: Así, todos nosotros, que con el
rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que
es el espíritu.
Esto significa que Dios no solo busca mejorar nuestro
comportamiento; el que quiere vernos renovados de adentro hacia afuera. Esa
transformación comienza cuando entregamos nuestra vida a Jesús, Y continua a medida que desarrollamos
el carácter de Jesús en nosotros e imitándolo y aprendiendo de sus enseñanzas.
Cuando tratamos de seguir el ejemplo de Jesús, descubrimos
que no es un proceso fácil, no es de la noche a la mañana. Más bien es un
cambio gradual, que a menudo requiere sacrificio y lucha, a medida que
aprendemos a reflejar su carácter.
La obra de Dios en nosotros continua toda
nuestra vida. Con amor y paciencia continua el proceso de trasformación en
nuestra vida, hasta que su obra se perfecciona y Jesús vuelve a reclamar lo
suyo (Hebreos 12:2).
Padre, Te pido para que mi vida sea un reflejo cada vez más
brillante y claro de tu amor y gloria. Que las personas que tratan conmigo
puedan ver que tú me estas renovando.
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