LECTURA DEL DIA: TITO 3:1-15
(Sábado 4 Abril 2020)
Misericordia, no la merecemos, no hemos hecho y no podemos
hacer nada para ganarla. Sin embargo, se nos promete que este regalo
increíblemente valioso es nuestro cuando elegimos seguir a Jesús.
En Tito 3:5 la escritura nos dice: Él nos salvó, no por
nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó
mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu
Santo. ¿Por qué? ¿Por qué un Dios tan perfecto y poderoso daría tal regalo a
personas tan indignas?
Pablo nos dice claramente en este pasaje que: por la bondad
y el amor de Dios nuestro salvador hacia el hombre. Y no solo nos da su
misericordia sino que también: derramo sobre nosotros abundantemente su propio
Espíritu Santo (v6), para morar y obrar dentro de nosotros, haciéndonos más y más
como el salvador dio su vida para salvarnos.
Llenemos pues nuestras vidas con buenas obras para honrar a
nuestro Dios misericordioso, recordando que las obras que hagamos no nos harán
dignos, sino reconociendo que por gratitud vivimos como el espera que vivamos.
Señor, gracias por la misericordia y la gracia que me
salvan, que aun sin merecerlo y sin poder ganar esa salvación, en Cristo eh
sido perdonado y salvado para una vida nueva que te de la gloria.
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